Volvemos con otro objeto de culto personal, de esos a los que irremediablemente retornamos cada cierto tiempo para seguir maravillándonos como al principio. Les dedicábamos el espacio que merecían en el número 5 de OC. Y es que The Orgone Box, la criatura de Rick Corcoran, había facturado para entonces, y a nuestro modesto entender, uno de los mejores discos de la década, su álbum homónimo de 2001. Además, y aprovechando el éxito de éste, su discográfica (la imprescindible disquera londinense Minus Zero) acababa de editar un segundo álbum, “Things That Happened Then” (2002), compendio de material inédito grabado en diferentes épocas, que no le iba a la zaga. Corcoran, prácticamente en solitario –toca y compone todo-, hacía el mejor psych-pop jamás oído: perfectas canciones pop construidas a base melodías irresistibles, riffs redondos y parafernalia psychedelica que lo envolvía todo en un conjunto realmente irresistible. Los más avezados connaisseurs se volvían locos con los discos y las críticas no podían sino hacerse eco, sin escatimar elogios, de semejantes joyas.
Pero los orígenes de este historia había que buscarlos, lógicamente, años atrás, después de que The Green Tambourines, el primer grupo de Rick Corcoran, se disolvieran. Estos ya habían trabajado en uno de los temas señeros de The Orgone Box, “Judy Over The Rainbow”. Pues bien, sin grupo y con un contrato con Chrysalis que le exigía precisamente un grupo, Rick se junto con tres músicos más y después de gastarse una pasta en estudios de grabación publicaron en 1994 este single que era un verdadero pelotazo. Pese a que Corcoran no guarda buen recuerdo de esta experiencia (ni de la relación con los músicos ni por el tiempo y dinero malgastado en carísimos estudios de grabación), lo cierto es que uno no puede dejar de imaginar que hubiera pasado si esto hubiera petado en la radio: un pepinazo de pop psicodélico atemporal en plena época de resaca rave.
La dicha es buena esta vez, pues por fin hemos conseguido ese mítico single de ORANGE (¡y mira que llevábamos tiempo buscándolo!): en realidad tres canciones que aparecieron en formato CD y vinilo de 12”, donde además de Judy se incluían dos temas, “Disposable” (también recuperada posteriormente por Orgone Box) y “Beds”. Como bien podéis imaginar a estas alturas, Orange y su single pasaron totalmente desapercibidos para el gran público y Rick Corcoran volvió a operar en solitario apartado totalmente de la industria. Cómo el bueno de Bill Forsyth de Minus Zero Records le encontró y acabó editando a The Orgone Box es ya la historia que contábamos en aquel lejano nº 5 de OC.