Precisamente la música que pone la banda sonora tiene mérito doble, pues a través de composiciones e interpretaciones nuevas y originales, compuestas exprofeso para la película, se recrea a la perfección la banda sonora de aquella época irrepetible. Pues gracias a ello conocí a los Williams Brothers... esta es su aparición en la película, haciendo un cameo a lo Everly/Righteous Brothers, interpretando "Love Doesn't Ever Fail Us", que desde que la descubrí en la película ha pasado a ser una de mis canciones favoritas.
La canción (¡original de Gerry Goffin y Larry Klein!), y la interpretación, son tan alucinantes que sentí curiosidad por estos "Williams Brothers". ¿Acaso eran un grupo real, o sólo un par de actores haciendo el cameo? Pues no, resulta que Andrew y David Williams son hermanos de verdad, y tienen una muy considerable carrera musical a sus espaldas. Fueron "niños prodigios", participando en series televisivas en los 70 y publicando un par de álbumes para público pre-adolescente. Sin embargo, cuando cogieron el control de su carrera la cosa cambió, y el pedigrí que atesoran es bien merecido. Tres LP's en su haber: "Two Stories" en 1987 (Dylan y Tom Petty les cedieron ambos una canción, aunque el disco queda un poco lastrado por la producción “años 80”), "The Williams Brothers" en 1991 (que contenía su único hit, si es que así lo podemos denominar, la estremecedora “Can’t Cry Hard Enough”, versionada en múltiples ocasiones por los más diversos artistas) y "Harmony Hotel" en 1993. Además, como músicos han colaborado con, entre otros, The Gun Club, T-Bone Burnett, The Plimsouls, Peter Case, Victoria Williams, Del Shannon, Bob Neuwirth, Old 97's... ¡no está mal!
Yo recomiendo sobre todo "Harmony Hotel", que además se puede conseguir muy barato a nada que se busque un poco. Es un disco de folk-pop precioso, lleno de medios tiempos sustentados a base de instrumentación acústica y el perfecto ensamblaje de las voces de Andrew y David, una especie de Don y Phil Everly de los noventa (ahí me recuerdan a los sensacionales Rembrandts, que bordaban también las armonías vocales). Seguramente no cambie tu vida, o tal vez sí, pero desde luego es uno de esos discos que, en su modestia, te dejan con una sonrisa en la boca de pura felicidad. Y a veces poco más se puede pedir. Andrew Williams sigue ligado al mundo de la música como productor, compositor y músico. Esta es su web.
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ReplyDeleteIs this possible?