Pero antes de que todo esto ocurriese John Parker Compton (el padre de la criatura) componía sus primeras canciones y depuraba su técnica a la guitarra en su Boston natal. Allí se juntaría a dos músicos jóvenes como él pero de incipiente talento: el violinista Robin Batteau y el bajista David Reiser. El propio Compton nos cuenta cómo sucedieron las cosas: “Robin y yo empezamos a tocar en los coffeehouses de Boston y Cambridge en el verano de 1968 y además actuábamos todos los domingos por la tarde en el Cambridge Common Music Concerts. Era un evento al aire libre que se celebraba a una manzana de distancia de Harvard Square y que organizaba Bob Gordon. Como puedes imaginar el sitio se llenaba de gente y era una fiesta. Robin dejaba alucinado a todo el mundo con sus increíbles solos de violín. A Gordon acabamos gustándole y siempre nos dejaba un hueco en el cartel. Incluso hicimos de teloneros de Tim Hardin cuando estuvo tocando durante una semana en el Paul’s Mall de Boston. También abrimos para los Young Rascals en el Harvard Stadium.” Poco tiempo más tarde se les unieron Eugene Rosov y David Reiser. “Eugene vivía entonces en casa de los Batteau mientras estudiaba en Harvard, así que yo me acercaba por allí y ¡ya teníamos la banda! Hacia el mes de septiembre de 1968 Robin y yo comenzamos a ensayar las canciones con Eugene (cello) y David (Fender bass) en el garaje de los Batteau. Una noche tocamos en una fiesta en casa de un joven abogado de Brookline, Massachusetts que se ofreció a llevarnos a todos en avión hasta Nueva York para que pudiéramos hacer audiciones para las discográficas.” Y de esta forma cerramos el círculo y llegamos de nuevo al principio de nuestra reseña y a la famosa audición en las oficinas de Columbia… Lo que este CD que os presentamos recoge es parte de una actuación de John, Robin y David en el Turk’s Head Coffeehouse (en Cape Cod, Massachusetts) un mes antes de ser “descubiertos” por Al Kooper. De los siete temas sólo dos (“Green Brown Sound” y “Subway”) no pasarían el corte y quedarían fuera del disco de Appaloosa, y los cinco restantes nos muestran hasta que punto tenían trabajados los arreglos definitivos de estas canciones. Cuenta Compton que “en realidad dos tercios de las canciones del álbum están producidas con un sonido muy acústico. Por ejemplo, canciones como “Pascal’s Paradox” o “Tulu Rogers” son sólo guitarra, violín y bajo. Sin embargo, mientras las sesiones de grabación iban progresando Al se trajo a miembros y más miembros de Blood Sweat & Tears para tocar en las canciones y luego trajo a su amigo Charlie Calello para arreglar “Biweekly” y “Now That I’ve Found You”. Otra canción que Al “Kooperizó” fue “Rosalie”, que Robin y yo habíamos interpretado durante años como un tema folk. No pude con esos arreglos que hizo hasta pasados un par de años.” Pues si tenéis el disco de Appaloosa y este CD del que hoy hablamos, podréis comprobar a lo que John Compton se refiere. La calidad de las interpretaciones de estos chavales sorprende sobremanera, la seguridad y confianza, pero sobre todo la calidad que atesoran estas canciones: pese a estar fuertemente influenciado, sobre todo, por Tim Hardin, Compton logra componer un material original y enormemente personal, que le diferencia claramente de sus contemporáneos.
Al CD se le añaden otras 8 canciones grabadas en directo en los estudios de la emisora WHRB de Cambridge y en casa aquel mismo año. En su mayoría temas "nuevos", que Appaloosa no llegaron a registrar, pero que mantienen el nivel de calidad y, sobre todo, su personalidad realmente única. El disco está disponible a través de cdbaby, y si queréis completar la información sobre John Parker Compton os sugiero una reciente entrevista a cargo de Nick Warburton en la web garage hangover. Además en la web de Appaloosa anuncian que el grupo original se ha reunido y están preparando nuevas grabaciones. Las declaraciones de Compton que aquí reproducimos están extraídas de las notas a cargo de Richie Unterberger para la reedición del disco de Appaloosa.
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En los archivos de Otoño Cheyenne hay un sensacional artículo a cargo de Fernando Payno, que repasa la trayectoria de JP Compton como es debido, y que esperamos poder publicar muy pronto a través de nuestra rama impresa.